"Reflexión del reconocimiento de la práctica en el campo educativo"

"Reflexión del reconocimiento de la práctica en el campo educativo"

Luis Fernando Torres Palomo.

Como docente en ocasiones resulta difícil catalogar nuestros procesos educativos como buenos o malos para radicalizar el desempeño y emitir juicios al trabajo realizado. Considero que en gran medida es porque solo recordamos fragmentos o elementos aislados de la práctica sin considerarla en su conjunto, en su totalidad; siendo que ésta labor exige una conocimiento y concepción de la práctica en su totalidad para lo cual muchas veces no estamos atentos a considerarlos.

En el texto de Cecilia Fierro, Transformando la práctica docente. Una propuesta basada en la investigación-acción, proponía a manera de sesiones actividades a realizar en aras de profundizar en nuestro desempeño docente y en los procesos de enseñanza y de aprendizaje que intervienen. La mayoría de los docentes no consideramos los cuestionamientos que maneja el texto para entender nuestra práctica y solo consideramos los más elemental y/o superficiales. Cabe entender también que al realizar una reconstrucción de nuestra propia práctica para analizarla, reflexionarla y reconstruirla para mejorarla exige de nosotros una mayor responsabilidad al justificar nuestro desempeño.

El reconocer nuestra práctica real sin tapujos ni matices que la distorsionen, dará la posibilidad de mejorar; pero sólo si tenemos la actitud, la voluntad y la convicción de hacerlo. Considero que de nada me servirá rehacer la práctica, analizar evidencias, planes de clase o diarios si no es con el objetivo de mejorar y estar en sintonía con las demandas sociales. Y el texto leído de Cecilia Fierro propone algunos parámetros desde los cuales se puede analizar y considerar un atrabajo de reflexión y análisis; agregando un elementos más como lo es la posibilidad de realizar el estudio en colectivo. El aprender a trabajar en colectivo y abrir las puertas del aula a observadores externos con el fin de que los indiquen en que consideran ellos que estamos fallando y estar en condiciones de aceptar sugerencias para optimizar el proceso que dirigimos con nuestro grupo de alumnos, es un elemento de vital importancias pues cuando el trabajo lo realizamos de forma autómata dejamos de ver las deficiencias que tenemos y llegamos a creer que todo lo que hacemos está bien.

Cada perspectiva y punto de vista personal es diferente y los que para algunos está bien para otros no lo estará tanto; en lo personal considero que lo más importante es resaltar las posibilidades que se tienen para mejorar e ir un paso más del simple redundar en todo lo que consideramos que no está bien, conocer el problema o la deficiencia a superar no significa estancarse hay. Uno de los elementos a considerar al asesorarse mutuamente entre docentes, entre el colectivo es la posibilidad de describir la situación tal cual sin maquillarla y los mejor sería sin tomar partido en ese momento. Otro elemento que considero importante en mi continua preparación docente es reconocerme como persona con errores y, como acabo de mencionar, como un docente en formación y actualización continua, con disposición de mejorar continuamente conforme las transformaciones y demandas sociales.    

En este sentido educar a los alumnos sería trabajar con otro, y aquí quiero mencionar la importancia de las participaciones, actitudes y productos de los alumnos en el proceso de autoanálisis pues ellos también tienen mucho que decir y opinar para mejorar en su formación y en el desarrollo de sus competencias, sobre todo las de convivencias, el aprender a convivir con los demás en una sociedad que exige mejores ciudadanos con actitudes activas. La educación y el proceso educativo que construya sólo tendrá sentido si los objetivos planteados se articulan respecto de los de la sociedad que hace su contexto. El trabajo de educar será para nosotros como docentes  una tarea que recibe del exterior la orientación que le marca propósitos y contenidos, metas y ritmos.

Considerando nuestra formación como docentes es necesario recordar que es para el servicio a la sociedad. Y tomando en cuenta esto a diario no debemos olvidarlo para evitar fracturas, alejamientos o pérdida de credibilidad. La teoría en el proceso de análisis será entonces un auxiliar importante del que se echa mano conforme la situación lo determina y los objetivos esperados. Y aquí cabe destacar otro elemento: la importancia de saber seleccionar la teoría adecuada y necesaria para fundamentar nuestra práctica, pues aunque toda sea importante no toda será necesaria en determinadas situaciones y el enriquecimiento de teorías será en relación a las situaciones a las cuales nos enfrentamos o pretendemos prevenir.  

Mi trabajo durante cinco años como docente de Telesecundaria lo he realizado en comunidades rurales marginadas en las cuales exigen del docente algo más que sólo hacerse carga del “buen” funcionamiento de la escuela; exigen orientaciones, gestión social del contexto, vinculación directa con todas las actividades y acuerdos tomados en la comunidad. Lo cual a su vez requiere que el tiempo destinado se divida para atender muchos aspectos. En este tenor en viable considerar prioridades y valorar la pertinencia de atender tal o cual aspecto. Una manera de realizarlo es estableciendo compromisos funcionales y cumplir con ellos entre docente, padres de familia, alumnos y miembro de la comunidad.

En los contextos en lo que he laborado ubicaría como prioritario poner énfasis en dos de los cuatro pilares de la Educación propuestos por la UNESCO (sin descuidar los otros dos aclaro) el que aprendan a convivir y el que aprendan a aprender; puesto que serán aprendizajes que los formará con sentido de ayuda mutua y actuar conforme a razón en beneficio de todos para mejorar, por ejemplo, las condiciones de vida de las personas del contexto inmediato, para empezar. Además de darles la posibilidad de incorporarse de una mejor manera en alguna otra sociedad de contextos diferentes, con actitudes propositivas y fundamentadas en valores.

En el actuar cotidiano los docentes tenemos satisfacciones y desaires, en lo personal prefiero quedarme solo con lo bueno, pero de las situaciones educacionales no exitosas, poco agradables, recuerdo a una alumna de nombre Nancy, que de plano no podía hacer que se interesará en las actividades que se realizaban en el grupo y se distraía con facilidad y de paso a sus compañeros, no cumplía con tareas, cuestionaba de mala gana cualquier comentario, provocaba a la violencia a otra compañera y para acabarla no sabía mucho y no le interesaba aprender. Pude haber hecho caso omiso a sus actitudes y hubiese sido una alumna más y sin pena ni gloria pasarla de ciclo pero ni siquiera se dejaba ayudar. El origen del problema lo ubique en su contexto familiar, una madre que solo le prestaba atención para golpearla o regañarla, la escuela era para Nancy el escaparate de todo lo que no le permitían hacer en su casa. De muchas formas buscaba integrarla al grupo y de su parte no había actitudes positivas por mejorar; a medio ciclo decidió desertar de la escuela y por más intentos que hice por que regresará ni ella ni su mamá se esmeraron por hacerlo y quizás la duda que más me quedo fue el encontrarle una virtud, una cualidad que se relacionara y se pudiera desarrollar en la escuela. Era mi segundo año de servicio y no me resignaba a relegar una alumna de su derecho a la educación, pero no pude hacer más no casmbio de opinión y decidió abandonar la escuela.          

En cuanto a situaciones o hechos educacionales significativos por ser positivos puedo recordar una experiencia con un grupo de alumnos de tercer grado de la escuela Telesecundaria Rafael Ramírez de la comunidad de Ameca la Nueva del municipio de Valparaiso; en dicho grupo había elementos muy capaces entre los cuales la mayoría eran mujeres durante el desarrollo del ciclo escolar participaban activamente en las actividades escolares, de proyección escolar y académicas, pero aun tenía mis dudas sobre sus actitudes como personar responsables. Dudas que se disiparon y que deseche cuando casi al fin del ciclo comenzamos a planear la clausura y su evento de salida de la Telesecundaria. Desde el inicio les delegue todas las libertadas (y con ellas las responsabilidades) de las decisiones que se tomaran para organizar el evento. Y fuero los mismos alumnos que escogieron desde la fecha hasta la música del vals que bailarían, hubo necesidad de cambiar la fechas que desde la supervisión se había asignado para realizar los eventos de clausura a toda la zona y en el grupo eligieron a una a alumna para que hablara con el supervisor por teléfono solicitándole permiso para realizar el acto de clausura en otra fecha; todo lo se estaba decidiendo lo hacían en grupo considerando la opinión de todos los integrantes y dentro de la toma de acuerdo consideraban pros y contras de lo que elegía para disponer acciones. Color del atuendo, formato y estructura de invitaciones, gafetes, diplomas y reconocimientos, acomodo y limpieza del área donde se llevaría a cabo el evento, coreografía y pasos del vals, incluso se organizaron en equipo para elaborar los inventarios escolares que en lo administrativo de la escuela se tienen que llenar y entregar a la supervisión.

Fue un comentario lo que detono el que se trabajará de ésta manera: el evento del ciclo anterior no les había gustado y de entre los comentarios dispersos que sugerían cómo les gustaría que fuera el suyo se elaboró el boceto de lo que pronto tomó forma y se materializo en “su” clausura. La satisfacción para mí fue el saber que podían organizarse, tomar acuerdos, escuchar al compañero y asumir responsabilidades de sus decisiones y de sus consecuencias; aun que en verdad la motivación para hacerlo era grande, para muchos era el último grado de estudios al que podía aspirar y sería una grata satisfacción y un grato recuerdo de su paso por la Educación Básica. Muy buen material humano con el que conté en ese ciclo, el ver que actuaban con madures dentro y fuera de la escuela y aun sigo buscando que faltó para que la mayoría continuara estudiando. Considero que lago que me faltó hacer fue influir más en la tomo de decisiones de la padres y en las aspiraciones de los alumnos.